
La Casa Blanca publicó la Orden Ejecutiva 14179 para reforzar el papel de Estados Unidos como líder mundial en inteligencia artificial. Esta normativa exige a todas las agencias federales identificar los usos de alto impacto de la IA y establecer protocolos para su desarrollo responsable, incluyendo pruebas previas, monitoreo constante y transparencia.
Estas medidas buscan eliminar el sesgo ideológico en el desarrollo de la IA y garantizar que los sistemas utilizados por el gobierno sean seguros, éticos y fabricados en territorio estadounidense. La decisión marca un precedente para otros gobiernos del mundo en la regulación y adopción responsable de tecnologías emergentes.